07 julio 2005

¿Qué fue primero, el huevo o la gallina?

Viendo Operación Triunfo (sí, yo soy de los que lo ven, y además habrá otras declaraciones que espantarán a algún posible lector), reflexiono y cada vez me convenzo más de que en este país nos encanta hablar y despotricar sin pensar primero (incluida yo en muchas ocasiones).
Desde hace unos días vengo viendo en algunos medios de comunicación quejas porque el casting, la elección de los concursantes del programa se basa más en otros factores que en la calidad de la voz. Y esto me hace plantearme varias cosas. La primera es: ¿quién eres tú, yo, el vecino, profanos todos en la música salvo en lo que respecta a oír y berrear los discos de nuestros grupos favoritos para erigirnos en jueces de quien tiene una buena voz? O sea, ¿que vamos a pretender saber más de voces que directores de castings, productores, profesores de canto e incluso más que el mismísimo Kike Santander?
Y lo segundo que se me pasa por la cabeza es el posible error que haya podido cometer el programa con mostrar los entresijos de la preproducción, vamos, el casting.
Todos nos quejamos, despotricamos, incluso el que ha estado dentro del casting. Y lo digo yo que ya me he presentado. Aunque esto último, hasta cierto punto, es normal: cuando a uno le dicen "gracias, pero no te ajustas al perfil que buscamos", lógicamente se siente defraudado, frustrado, no sabe qué ha hecho mal, y además cree que es el mejor que podría entrar ahí, lo cual además es bueno a la hora de ir a hacer un casting porque se necesita estar muy alto de autoestima y creerse mucho lo que está haciendo. Y además demostrarlo en 10 segundos. Porque sí, aunque no se lo crean, señores, en 10 segundos se puede ver quién vale y quién no vale. Se pueden ver muchas actitudes y aptitudes en 10 segundos. Si se sabe mirar.
Pero lo que más gracia me hace es eso: "es que lo que más se valora no es la voz". Pero es que, señores, un artista no es sólo una voz, ni muchísimo menos. La voz es una parte más de su trabajo, quizá la más importante, pero no por eso hay que excluir las demás. Quizá en la época en que la televisión estaba en desarrollo o en sus primeros años, cuando pocos tenían una televisión en casa y no se veía a los artistas, sino que se imaginaban, el artista podía permitirse el lujo de ser sólo una voz. Pero, señores, estamos en televisión, estamos encima de un escenario, estamos delante de un público. Y hay que saber moverse, saber reaccionar, saber salir del paso que a veces se forma encima de un escenario, saber cantar, saber mirar, saber enamorar, con la voz, con la cara y con el cuerpo. ENAMORAR. Hoy por hoy, el artista nos tiene que entrar por los ojos además de por el oído. Y a nadie más que a mí le duele reconocer eso, tan cierto como que me tengo que morir.
Decía un profesor mío que la televisión y el cine tienen una desventaja sobre la radio. No he oído una verdad más grande en mi vida: cuando uno en radio dice "ésta es la mujer más hermosa del mundo" esa mujer ES la más hermosa del mundo, porque cada uno veremos en nuestra mente la que para nosotros sea la mujer más hermosa del mundo. Sin embargo esto es imposible cuando hay imagen de por medio. Porque entonces no nos podemos imaginar nada, lo estamos viendo, y lo que vemos a lo mejor no nos parece lo más hermoso del mundo.
Por lo tanto, cuando se escoge un artista para entrar en un mundo que se basa en la imagen y más si se trata de un concurso de televisión, hay que mirar más cosas además de la voz. Nos guste o no, esto es así.
Y además, no sé si alguien de los que tanto despotrican se ha parado a pensarlo, pero, ¿qué sentido tiene grabar 16 discos que no vayan a tener unas ventas brutales? ¿alguien se ha parado a pensar lo que cuesta hacer un disco? pues ese dinero, que es muchísimo, hay que rentabilizarlo, y no lo puede rentabilizar alguien que no enamore al público, que no tenga carisma, que no se crea lo que hace, que no sea capaz de salir del paso si hay un error o se le olvida la letra, que no sepa moverse sobre un escenario... por muy buena voz que tenga. Sí, están en una academia y están ahí precisamente para aprender, pero si no llevan algo de casa, habría que tirarse al menos un año de escuela y entonces el formato quedaría invalidado. No vale para un programa de televisión, un concurso de televisión.

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