24 julio 2005

Ahora le toca a Egipto

La nueva y triste noticia es que tenemos 90 muertos y cientos de heridos en un nuevo atentado de corte extremista islámico en Egipto.
La novedad es que ya no atentan únicamente contra occidente, sino que ahora le toca el turno a oriente. Egipto es un país turístico, liberal en muchos aspectos si lo comparamos con la doctrina de los extremistas islámicos, pero no deja de ser un país que comparte con ellos cultura y religión. Es decir, ya no atentan contra una forma de vida diferente. Ya no se trata de la obligación mahometana de extender el islám, sino de sembrar el terror allí donde alguien puede pensar de una manera ligeramente diferente. Donde pueda acudir el turismo, donde se pueda relajar su doctrina.
Si bien es cierto que el presidente egipcio tiene ciertas simpatías por occidente y por Estados Unidos, no se puede afirmar que formara parte de la invasión a Irak, país del que también hay que afirmar que su antiguo presidente (Sadam Hussein) era de una ideología mucho más tendente a la mezcla con occidente (sunní) y a quien Bin Laden ha odiado profundamente por haber invadido el Golfo Pérsico, lugar de donde es originario el lider terrorista.
Por otra parte, también es notoria y conocida la amistad entre las familias de Bin Laden y Bush, dos de las familias más ricas del mundo, por otra parte, y las ventas de armas, los entrenamientos a los que luego han resultado ser terroristas, etc. de los Estados Unidos a Afghanistán.
Con todo esto quiero venir a argumentar que la guerra de Irak (si es que se le puede llamar guerra) no es la razón, sino la excusa del terrorismo islamista para sembrar el pánico y aniquilar allí por donde pasa y quiere imponerse. En todo caso se podría decir que atentan, no porque se quitara a Sadam del gobierno de Estados Unidos (no creo necesario recordar que los ataques a occidente empezaron el 11 de septiembre del 2001, cuando todavía ni se había invadido afghanistán ni muchísimo menos Irak), sino por, muy remotamente (véase este último argumento), no habérseles perimtido hacerse con el control de este último país (andaban a la greña con sadam: sunníes versus chiíes).
Aunque si he de ser sincera, lo que en realidad pienso es que atentan contra todo aquel que pueda dar indicios de pensar de manera diferente. Y desde ese punto de vista, todos estamos en el ojo de mira, incluidos todos los países musulmanes que puedan ver las cosas desde una óptica poco o mucho más abierta que ellos. Hacen una interpretación distorsionada de los escritos y de las creencias y la aplican porque están convencidos de estar en posesión de la verdad y de que el resto de la humanidad debe ser sometido.

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